Anastasia Reskoss y Quentin Dehar son el claro ejemplo de lo que una obsesión puede llevar a hacer. Los franceses han invertido todo el dinero de su familia en cirugía para ser igual que Barbie y Ken. Aunque los resultados dejan mucho que desear, los jóvenes siguen fieles a su idea y ya planean cambiarse sus nombres reales por los de Ken y Doll.
Él tiene 23 años y ella tan solo 20. Entre los dos suman más de 15 operaciones quirúrgicas por un valor de 270.000 euros pero la cosa no acaba aquí. Tal y como han explicado al Daily Mail, su intención es la de "pasar el resto de nuestros vidas juntos mutando en los muñecos que amamos". Por el momento él ya quiere ponerse implantes de pecho y ella quiere aumentas los suyos, quitarse las bolsas de los ojos y reconstruire las orejas.
Anastasia y Quentin se conocieron el año 2013 en una fiesta en un barco en Saint Tropez y allí descubrieron que su amor por las muñecas de plástico era compartido. De hecho, ya ni sus familias les llaman por sus nombres sino que lo hacen con los apelativos de Barbie y Ken. No obstante, los jóvenes quieren cambiar de forma legal su nombre para pasar a llamarse Ken y Doll.
A Anastasia, la obsesión por la muñeca de Matel le viene desde pequeña. Posee más de 100 Barbies y a los 15 años se dio cuenta de que quería ser igual que ella. A los 17 años ya se hizo su primera rinoplastia a cuenta de sus padres, tras la cual vino el aumento de pecho. A Quentin le pasó algo similar, aunque además del físico el chico también quiere adoptar el estilo de vida billonario de su muñeco preferido.