Cinco años después del primer tuiteo, Twitter se ha consolidado en un adalid de la comunicación moderna gracias a un sistema de mensajes cortos que logró ganarse el respeto social por su utilidad en situaciones de crisis.
El 21 de marzo del 2006, Jack Dorsey (@jack), cofundador de esa red junto con Biz Stone (@biz) y Evan Williams (@ev), creó el tuiteo que dio inicio a un servicio que actualmente cuenta con más de 200 millones de usuarios en todo el mundo.
"Configurando mi twttr" fue el primer texto publicado en la plataforma seguido poco después por "invitando a mis compañeros de trabajo", dos misivas lanzadas al ciberespacio por @jack, el ideólogo, cuando aún trabajaba con @biz y @ev en la compañía Odeon en San Francisco.
Hasta abril de 2007 Twitter como tal no se convirtió en una empresa y tuvieron que pasar aún dos años más hasta que floreciera como un fenómeno mundial en junio de 2009.
Los principios de esa red social estuvieron marcados por el descrédito, muchos se preguntaban qué sentido tenía un servicio de mensajes en el que cualquiera pudiera decir a los cuatro vientos lo que le viniera en gana siempre que no superara los 140 caracteres de texto.
Los propios usuarios tampoco terminaban de descubrir una función definida de esa plataforma que era vista como un foro sin sentido de banalidades, en el que uno relataba que se iba a dormir o que estaba desayunando.
"¿A quién le importa Twitter?" era una pregunta recurrente en numerosos blogs durante esos años mientras que otros se aventuraban a calificar esa plataforma como una herramienta que permitía conocer a tiempo real la conciencia del planeta.
Fueron las revueltas en Irán de junio de 2009 las que terminaron por reivindicar el papel de la red social.
Los partidarios del líder reformista Mir Husein Musaví encontraron en esa red social la forma de burlar la censura del gobierno de Mahmund Ahmadineyad y contar al resto del planeta su versión de lo que estaba pasando en el país.
Twitter volvería a demostrar su valor para informar sobre los desastres naturales que golpearon en los meses siguientes a Haití, Sumatra, Chile, Nueva Zelanda y más recientemente Japón, donde los testimonios de los residentes tienden a contradecir en la red social el alarmismo existente en la comunidad internacional.
Los levantamientos ciudadanos que comenzaron a finales de 2010 en los países árabes y aún continúan en lugares como Libia o Bahrein volvieron a confirmar a Twitter como una herramienta incómoda y difícil de silenciar por parte de regímenes totalitarios.
El rol estratégico de comunicación jugado por esa red social en esos conflictos llevó a que se llegaran a calificar de "twitterrevoluciones".
Según datos de Comscore.com, el tráfico generado por Twitter se disparó en los doce meses siguientes a los disturbios iraníes y el número de usuarios creció un 109 por ciento hasta los 93 millones, una escalada que continúa imparable hasta el momento.
EFE
