Taylor Swift pasó Halloween junto a sus amigas y las sorprenndió con una fiesta de disfraces, pero ella le pidió a uno de sus amigos un disfraz muy especial. La rubia fue vestida nada más y nada menos que como Deadpool y no, no compró el atuendo, le pidió a Ryan Reynolds el traje.
A través de una imagen le agradeció por prestarle el vestuario del personaje de cómic.
Taylor se ve muy contenta en la fiesta en que estuvieron algunas de sus amigas más cercanas, entre ellas Gigi Hadid.
No es la primera vez que vemos un vínculo de la cantante con Reynolds, pues en la fiesta de Independencia de Estados Unidos, estuvieron celebrando junto a Blake Lively y la entonces pareja de Taylor, Tom Hiddleston.