Miley Cyrus está muy cambiada, y no sólo físicamente; ya que ha dejado de lado su vida loca, dejando se ser la chica escandalosa y provocadora para centrarse en su carrera y en sus nuevos proyectos.
Ahora que acaba de estrenar Crisis en seis escenas, la serie que dirige Woody Allen, Miley tuvo una entrevista con la revista Variety donde ha hablado de su orientación sexual, de su género y de su primera relación con una chica.
El año pasado, Miley sorprendió confesandoque era pansexual y que le gustaban tanto los hombres como las mujeres. Desde ese momento, la ex Hannah Montana se ha convertido en una fuerte activista en pro de los derechos de la comunidad LGBT, efectuando una labor intensa con la fundación Happy Hippie.
Y es que la artista asegura que siempre se ha sentido distinta a lo establecido. “Durante toda mi vida he estado sin entender mi propio género ni mi propia sexualidad. Siempre he odiado la palabra “bisexual” porque me mete en un saco. No pienso en la gente como chicos o chicas”.
De hecho, ya hemos visto a Miley Cyrus mantener una relación con una mujer, la modelo Stella Maxwell, con quien vivió un escueto pero apasionado romance que, no sabemos por qué, acabó de golpe.
Pero lo que no sabíamos es que la primera relación de Miley Cyrus también fue con una chica y así lo reveló en una entrevista a Variety: “Empecé a abrir los ojos en quinto o sexto grado. Mi primera relación fue con una chica”. Aunque las cosas no fueron tan fáciles como ahora para Miley. “Crecí en un entorno del sur muy religioso. El universo siempre me ha dado el poder para saber que iba a estar bien. Incluso en esos momentos, cuando mis padres no lo entendían, sabía que algún día lo iban a entender”.
Miley Cyrus siempre mantuvo esa confianza en sí misma, demostrando que es una persona muy fuerte. Sabemos que está comprometida con Liam Hemsworth, quien acepta a Miley tal y como es. “A pesar de que pueda parecer muy diferente, la gente no podrá verme tan neutral como me veo yo. Me siento muy neutral”, afirma con claridad.
"Una vez entendí mejor mi género, que no estaba asignado, entonces entendí mejor mi sexualidad. Fue como Oh! Por eso no me siento ni hetero ni gay. Porque no lo soy”. A veces las etiquetas no sirven más que para limitar, y eso es algo contra lo que Miley Cyrus lucha a diario.