Madonna enloqueció al público del famoso festival de música de Los Ángeles, Coachella, apareciendo en el escenario por sorpresa durante el concierto de Drake. El rapero se acomodó en una silla mientras la cantante daba rienda suelta al espectáculo, que terminó con un efusivo beso que dejó al rapero un tanto dolorido.
La artista de 56 años, vestida con una camiseta larga negra en la que se podía leer Big As Madonna, no pareció darse cuenta de la reacción de del rapero, que tras recibir el chape de la cantante se tapó la boca con expresión de dolor.
“Perra, yo soy Madonna“, dijo antes de abandonar el escenario, mientras Drake se reía y preguntaba a la multitud: “¿Qué mie**a ha pasado?”.
Este apasionado momento con el que la cantante deleitó a los espectadores del festival, podría haber sido un sueño hecho realidad para la artista; pues recientemente confesó lo mucho que le encantaba Drake y las ganas que tenía de intimar con él: “La ambición de mi vida que aún quiero conseguir es tener una cita de ensueño con Drake, y no solo besarle”, revelaba a Us Weekly.