La edición número 55 de los premios Grammy no solo celebró la mejor música producida en 2012, sino que además marcó el regreso del cantante estadounidense Justin Timberlake a los escenarios, tras un descanso de 7 años.
Timberlake, recordado líder de la desaparecida boy ban N"Sync, tomó un descanso para enfocarse en el cine, donde ha trabajado en filmes alabados por la críticas como “The social network” y en producciones más comerciales como “Friends with benefits”.
Justin ahora nos propone con su música un viaje al pasado. Al menos ese fue el adelanto que dejó en los Grammy, donde, vestido de traje y corbata, interpretó "Suit & tie" –aunque suene redundante-, con Jay-Z.
La presentación, junto a la banda The Tennessee Kids, tuvo toques de jazz, el sonido clásico de las grandes orquestas, trompetas y guitarras.
Luego, siguió con “Pusher love girl”, una canción que dejó al público bastante complacido y que nos da otro vistazo al álbum que lo llevará de vuelta a las discotiendas, “The 20/20 experience”.