Homero Simpson no podía quedar fuera del famoso "Ice Bucket Challenge" o reto del cubetazo de agua helada y decidió hacerlo a su manera.
Fiel a su estilo, el popular personaje de Springfield, cambió la clásica cubeta del desafío por un pequeño vaso con agua.
Sin embargo, no contaría con la travesura de su hijo, Bart Simpson, que desde un helicóptero, no solo le dio un gran baño con agua helada, sino que además, le arrojó animales salvajes que disfrutan del frío del Ártico, incluido un camión de helados.
Homero nominó a su odiado vecino Flanders (dos veces) y a su amigo y compañero de tragos en el bar de Moe, Lenny.