El día en que se viralizó que Camilo había guardado un frasco de uñas de Evaluna y resultó ser falso

Aunque todo se trató de una ‘fake news’, varios seguidores de Evaluna Montaner y Camilo aún recuerdan aquella vez, donde una diario aseguró que el colombiano poseía un particular frasco relacionado a su ahora esposa.

¿Qué pasó exactamente con la pareja?

Constantemente en redes sociales la relación de Evaluna Montaner y Camilo, es criticada por los diferentes “actos de amor” que se evidencian, aunque existió un día donde se especuló un falso secreto del colombiano.

La pareja se vio envuelta en una polémica, cuando se viralizó un contenido falso sobre Camilo, cuando aseguraron que el artista supuestamente guardaba las uñas de Evaluna Montaner. Según lo que compartió el medio “El Chinguire”, revelaron que el colombiano hacía esto desde que conoció a la menor de los Montaner.

En el titular escribieron lo siguiente, aunque se trataba de un falso contenido: “EN EXCLUSIVA: Camilo nos muestra su colección de uñas de Evaluna”. Poco después agregaron que Camilo, les había confesado aquello de Evaluna Montaner.

“En una entrevista exclusiva de El Chigüire Bipolar con el cantante colombiano Camilo, este nos enseñó su más preciado objeto; un frasco donde ha ido recolectando las uñas que se corta su esposa Evaluna. ¿Hay algo más romántico que eso?”, señalaron,

¿Cuáles fueron las supuestas declaraciones de Camilo?

Dentro de la publicación que evidentemente era falsa, especificaron que Camilo al parecer les mostró un frasco en donde coleccionaba, una gran cantidad de uñas de Evaluna Montaner:

“Mira este frasco que tengo aquí: está lleno con todas las uñas que ella se ha ido cortando desde que dijo que sí sería mi novia. ¿Por qué ella las botaría? Creo que no se da cuenta de que son las uñas más hermosas de todo el mundo. Es imposible deshacerme de ellas, sería como deshacerme de Evaluna y todos saben que eso es imposible, jamás sucederá.”

Por otro lado, otro supuesto testimonio que se compartió sobre la pareja fue:

“Mi sueño siempre fue poder llenar un frasquito, con las uñas de mi futura esposa, y por fin lo logré. Ahí las tengo todas: largas, cortas, ¡hasta las artificiales! Están todas: las que se pintó de blanco cuando nos casamos, unas sucias de una semana que le dio por la jardinería, otras que si uno aspira bien profundo todavía se les puede oler la acetona.”