‘Arma voladora’ es el título que lleva este video de YouTube —de 14 segundos, con casi 2 millones de visualizaciones— en el que aparece un dron, cargado con un arma semiautomática, volando cerca del suelo y disparando en un bosque. El sonido de las descargas estremece, y el objetivo, si es que lo hay, no aparece en el encuadre.
El creador es Austin Haughwout, un joven de 18 años, estudiante de mecánica de la Central Connecticut State University en Estados Unidos, que está acostumbrado a crear este tipo de aparatos, según señala el portal de noticias Abc.es. Si bien el joven aún no ha dado declaraciones a la prensa, su padre, Bret Haughwout, ya salió con en su defensa.
“El nombre correcto para esto es un cuatricóptero a control remoto. Los medios insisten en utilizar el término erróneo para generar miedo. No entiendo por qué la gente está tan alarmada con esto. La gente lleva años jugando con aparatos a control remoto”, sostuvo el padre del joven científico a la agencia AFP.
Sin embargo, para el abogado Peter Sachs —especialista en el uso seguro y responsable de los drones en la vida civil— el artefacto “es un dron en todo el sentido de la palabra”. Para él, “un dron civil que dispara un arma perjudica los esfuerzos para promover el uso seguro y responsable de aparatos sin pilotar para propósitos recreativos, comerciales y humanitarios”.
Pero el problema no quedó ahí. A raíz del revuelo causado por el video, la Administración Federal de Avicación estadounidense anunció que está investigando el caso para determinar si se violó alguna regulación de la aviación federal, según un comunicado difundido este martes por el organismo.
Y es que el video, según constata el portal de noticias de la BBC, ha puesto en evidencia la falta de regulación sobre la utilización de estos aparatos. En Suiza, por ejemplo, sostiene el mismo sitio, el servicio postal prueba un sistema de entrega de paquetes con drones.
En EEUU, —señala la BBC— Amazon ha planteado su intención de utilizar vehículos aéreos no tripulados para la entrega de paquetes en menos de 30 minutos después de que el usuario haya hecho un pedido, pero todavía no ha puesto en marcha el sistema.