Todos pasamos tiempo pensando la forma de vernos bien: comprando ropa, cortandonos el pelo como está de moda o usando un buen perfume; sin embargo es ahí donde está el error; preocuparnos en la forma y no en el fondo.
Existen habitos o actitudes que sólo logran convertirnos en personas menos atractivas hacia nosotros mismos y hacia los demás.