La boda real causa tal expectativa entre los fanáticos del cuento de hadas, que ahora el Príncipe Guillermo y su novia Kate Middleton han sido sometidos al “envejecimiento” forzado.
Gracias a la tecnología de “progresión de edad”, los enamorados lucen maduros pero mostrando su inconfundible sonrisa.
En la instantánea de los futuros esposos se asume que Guillermo tiene 58 años, y Kate 59.
Como se ve en la fotografía, el paso de tres décadas no ha erosionado el parecido de Guillermo con su madre, la fallecida princesa Diana.
Las imágenes fueron creadas utilizando las mismas técnicas que se han usado en decenas de secuestros y casos de personas desaparecidas.