Avril Lavigne, quien no está muerta y tampoco ha sido reemplazada por un clone, celebra en este mes los 15 años del lanzamiento de su primer disco, Let Go. Un disco cargado de éxitos que la catapultó a la fama y la convirtió en una de las cantantes más representativas de la rebeldía y del punk rock de aquel entonces.
En el 2002 comenzó a sonar una extraña canción de una chiquilla desconocida que destacaba por tener un look todo rebelde, nos referimos a Complicated. En aquel año comenzaba un fenómeno liderada por esta chica que se creía mala, que cantaba por los techos de los autos Sk8er Boi y que se congelaba en las calles cantando I’m With You. Avril lavigne, quien insistimos no está muerta ni tampoco clonada, hacía su debút con el disco Let Go.
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Todos aquellos que pasaban por la secundaria comenzaron a identificarse con Avril Lavigne y es que ella era la diferente de aquella época en donde destacaban Britney Spears con su I'm Slave 4 U y Christina Aguilera con Dirrty. Los sneakers de Avril Lavigne y aquel look de skeatboarding acompañado de brazaletes en las manos resaltaban en cada videoclip y presentación. Michelle Branch era la chica del costado, pero Avril Lavigne era la mejor amiga rebelde que tu papá decía que era una mala influencia.
En fin. Lo que encierra Avril Lavigne -más allá de los mitos que hoy circulan y hablan de que no estaría viva y que su doble tomó su lugar desde el segundo disco en adelante- es la adolescencia de muchas. De esos 13 – 14 años donde quieres ser bacán, así que te pones ropa que a tu vieja no le gusta.
Let Go era un disco para pasarlo bien, para reírse, para estar en la casa y hacer nada, lo tenía todo… “Una rebeldía falsa” que queda en el recuerdo.
